viernes, 3 de enero de 2014

CORRECTO DISFRUTE DE UNA AUTOCARAVANA

  • Para conducir una autocaravana de hasta 3.500 kg se necesita el carnet B y un mínimo de experiencia al volante. A pesar de lo fácil que es manejar estos vehículos de ocio -¡más de lo que pueda pensarse!-, conviene familiarizarse cuanto antes con sus dimensiones, sobre todo a la hora de realizar alguna maniobra. La anchura de la autocaravana suele ser, por lo general, de 2.20 m; la altura, 3-3,10 m, en los modelos capuchinos, y menos de 3 m en los modelos integrales y perfilados; la longitud oscila entre los 5,50 y los 7 m, según modelo.
  • Aunque usted sea un experto conductor de automóviles, al volante de una autocaravana debe prestar máxima atención a las señalizaciones de Tráfico que advierten de puentes, balcones, pasos inferiores, carteles, etc...
  • Cuando tenga que maniobrar, especialmente para estacionar, debe controlar bien los retrovisores laterales e incluso si es factible -decirle a uno de los acompañantes que le indique los posibles obstáculos.
  • ¡Ojo con las curvas!, porque la célula de la autocaravana es más larga que la cabina... Por tanto, hay que procurar abrirse en las curvas, poniendo atención en la parte posterior, sobre todo en el voladizo (la distancia de la rueda posterior y la parte trasera de la autocaravana). Cuando tenga que frenar recuerde que debe mantener una distancia más amplia que la que necesitaría un turismo: no olvide que tanto el volumen como el peso de la autocaravana son mayores...
  • Para las salidas (asuetos, excursiones fin de semana, vacaciones, etc.) sean todavía más económicas debe procurar conducir con prudencia y a velocidad limitada, ya que de esta manera se ahorrará carburante y, por consiguiente, dinero. En los motores diésel que incorporan las autocaravanas el nivel de carburante no debe bajar 1/4 de la capacidad del depósito, para evitar que el filtro del gasóleo se llene y obstruya de impurezas.
  • Si se accede a capitales o poblaciones con cierta densidad circulatoria no es aconsejable circular por su centro urbano y, menos, por sus cascos viejos: lo mejor en estos casos, y para su comodidad, es estacionar la autocaravana en un aparcamiento vigilado -para garantizar la seguridad del vehículo y de las pertenencias que en él transporte- y realizar los trayectos o visitas turísticas a pie o a bordo de los servicios de transporte públicos de esa localidad.